Las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) llevan a cabo un proceso tan importante para el medio ambiente como es el tratamiento de las aguas residuales, cuyo objetivo es recoger las aguas sucias de la población y la industria para eliminar las sustancias contaminantes y devolverlas al ciclo del agua. A lo largo de este recorrido, tienen lugar diferentes procedimientos, destinados cada uno de ellos a conseguir un resultado concreto. Uno de ellos, del que vamos a hablar en este artículo, es el de la decantación.

Acudiendo a su significado, decantar significa separar un líquido del poso que contiende, vertiéndolo suavemente en otro recipiente. Dicho en otras palabras, se trata de separar los sedimentos sólidos y de diferente densidad que se encuentran en el agua.

En el caso de una estación depuradora de aguas residuales convencional, la depuración se consigue siguiendo tres fases fundamentes, que son: el pretratamiento, donde se remueven los desechos gruesos; el tratamiento primario, que separa la materia orgánica particulada; y el tratamiento secundario, que elimina la materia orgánica disuelta, permitiendo así su vertido a cauces naturales. Además, existe una cuarta fase, conocida como tratamiento terciario, que persigue reducir la carga contaminante para reutilizarla como recurso hídrico alternativo.

Pues bien, la decantación es un proceso que podemos encontrar en todas las fases, ya que el objetivo es reducir progresivamente el volumen de sólidos y sedimentos en el agua para su reaprovechamiento o vertido en medios naturales. Pero… ¿Cómo funciona exactamente?

Al observar cualquier estación depuradora de aguas residuales desde el cielo, visualizamos diferentes depósitos, generalmente circulares, llenos de agua. Estos tanques se conocen como decantadores y es donde se lleva a cabo el proceso, moviendo el líquido a baja velocidad para favorecer que las partículas en suspensión se depositen en el fondo. Este, a su vez, tiene una pequeña inclinación para dirigir las pequeñas partículas sólidas hacia una zona de descarga.

Para mejorar la distribución del agua, los decantadores presentan un punto de entrada y salida, evitando así la aparición de zonas muertas. Por su parte, los fangos y sedimentos son extraídos periódicamente para recibir un tratamiento especializado e independiente. Este es un procedimiento similar al que se produce dentro de una fosa séptica, utilizado en casos donde la canalización impide que las aguas lleguen a las redes de saneamiento.

De esta forma, las aguas que van avanzando hacia las siguientes fases arrastrando cada vez una cantidad menor de sedimentos. Por lo tanto, como conclusión, la decantación es un proceso esencial dentro del tratamiento de las aguas residuales que logra disminuir considerablemente el nivel de sólidos y facilita las operaciones de filtrado posteriores.

En CAMDESA somos especialistas en la limpieza de depuradoras y el tratado de sus residuos, así que no dudes en ponerte en contacto con nosotros si necesitas ayuda con estas labores. Nuestro servicio está disponible las 24 horas del día en Jaén, Andújar, Linares, Úbeda y Albolote (Granada).

Hola, ¿Algún problema? Camdesa te ayuda