Las bajantes son unos de los elementos más importantes de los edificios y, también, unos de los que más problemas pueden acarrear si no reciben un buen cuidado y se toman las medidas preventivas necesarias. Se trata de un conducto vertical que tiene la finalidad de recoger las aguas fluviales y residuales, conectando la red horizontal del piso hasta el alcantarillado.

Junto con los desagües, forman una parte fundamental de la instalación de saneamiento. Por ello, te ofrecemos cinco claves para evitar posibles atranques y el escape de malos olores:

1. Asegúrate de que las tuberías estén en condiciones óptimas: las tuberías necesitan una atención regular, porque ellas también envejecen. Cuando pasa el tiempo, estas se van estrechando por la acumulación de residuos, que se pegan a sus paredes dificultando la circulación del agua.

También es importante atender a cómo están hechas las instalaciones y su curvatura. Se deben evitar los giros, pero si no queda más remedio hay que hacerlos de 90 grados y no de 45. Si fuera así, aumentarían las posibilidades de que se produjera un atasco. Otro aspecto a estudiar es la inclinación, que nunca debe estar por debajo del 2%.

2. Jamás viertas residuos por las cañerías: uno de los mayores errores que cometemos con nuestro sistema de saneamiento es verter restos de alimentos o aceite por el fregadero, algo que puede acarrear problemas como la solidificación de las grasas. Algo similar ocurre con el váter, que nunca deberías usarlo como papelera. Tirar por él papel no degradable, toallitas húmedas, compresas o pañales hace que se forme un tapón que nos perjudica a nosotros y a nuestros vecinos. Y, por si fuera poco, esto provoca que proliferen en nuestro hogar insectos como las cucarachas.

3. Reducir el uso de productos químicos: el hecho de verter por los desagües productos químicos, como los detergentes o lejía, está muy normalizado, al igual que aquellos destinados a desatascar las tuberías. Sin embargo, con el paso del tiempo pueden llegar a debilitar las tuberías hasta hacer que sufran roturas.

Si tienes la imperiosa necesidad de utilizar estos productos, te aconsejamos que los diluyas con abundante agua.

4. No olvidarnos de la limpieza: cuando llega la lluvia, las bajantes las reciben el agua junto a hojas, tierra y desperdicios de las aves, entre otros elementos. Si limpiamos con frecuencia los canales, techos y terrazas, podremos evitar problemas en el futuro.

5. Anticípate a los inconvenientes: si detectas cualquier incidencia, acude a un profesional para que pueda localizar su origen y solventar el problema lo antes posible.

En CAMDESA somos expertos en atranques de las bajantes. Así que, si lo necesitas, nosotros te ayudamos. No dudes en ponerte en contacto con nosotros, nuestro servicio está disponible las 24 horas del día en Jaén, Andújar, Linares, Úbeda y Albolote (Granada).

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